Recargando las pilas

Este año, a diferencia de otros, debo decir que empiezo de una manera estupenda, ¡descansando!. Y es que hace muchos años que no se lo que es pasar una Navidad tranquila y con tiempo libre, pues al trabajar en un comercio estos días son los de más trabajo del año. Este año se da la circunstancia de que la empresa está pasando un mal momento llamado concurso de acreedores, la actividad está muy baja y, como no hay mal que por bien no venga, eso nos ha permitido poder disfrutar de nuestros días libres en estas fechas tan comprometidas para el comercio. He tenido que trabajar dos domingos, sí, pero a cambio me llevo 9 días de descanso en mi casa, con mis hijos, en la semana del año más especial para los niños.
Y mis intenciones son básicamente descansar y disfrutar de mis dos tesoros, aunque me temo que dada la segunda, la primera será difícil de cumplir, pero bien valdrá la pena. Me viene muy bien además porque esta semana pasada he tenido que dejar a los dos niños con la abuela, lo que me ha supuesto tener que sacarlos de casa a las 9 de la mañana con un frío de narices, medio dormidos los pobrecitos míos, así que esta semana podremos dormir hasta tarde y salir de casa cuando nos apetezca y el sol ya caliente un poquito, y de paso la abuela descansa de nietos, que Iván  la ha dejado agotada.
Así que esta semana no tendré que estar pendiente del despertador, el reloj, y la rutina quedará aparcada a un ladito para dejarme unos días de libertad. Y es que desde que he vuelto al trabajo me cuesta mucho sacar tiempo libre, no es dejadez lo que hace que el blog no se actualice. Estoy cansada y estresada, las horas de sueño no son suficientes, durante el día no puedo descansar, cuando llego a trabajar ya llevo a mis espaldas 3 horas de responsabilidades con los niños y al llegar a casa esas responsabilidades me esperan y no perdonan.
Antía lleva bien mi falta, aunque ha decidido no comer nada durante ese tiempo. No quiere el biberón, al principio me sacaba leche pero dejé de hacerlo tras tener que tirar biberones con toda mi pena, y la leche artificial tampoco la quiere; pero lejos de protestar ella espera pacientemente a que llegue, eso sí, nada más me escucha se descompone todo y me llama a gritos, ahí no perdona. Nuestras rutinas han cambiado totalmente, ella es muy lista y debe haber pensado “bueno, como mi mami por las mañanas no está y por las noches sí, ya se cuándo tengo que comer”, y hemos pasado de hacer noches de sueño completas desde el nacimiento a hacer dos y tres despertares cada noche para “repostar”. 
Y yo la entiendo, si sabe que a esas horas yo estoy seguro es normal que aproveche, ¡yo también lo haría!; así que si antes dormía mínimo 8 horas de noche sin comer y por la mañana hacía 2 ó 3 tomas, ahora hace 2 ó 3 tomas de noche y aguantar sin comer las 6 horas que estoy trabajando. Ha compensado, ha adaptado sus necesidades a mis horarios, y aunque se pueda pensar que para mí es un inconveniente pasar de hacer noches completas a despertarse varias veces, lejos de ser así para mí no es una molestia. Vale que no voy a negar que me encantaría dormir a pierna suelta toda la noche, pero he de reconocer que mi niña es tan buena que apenas hace ruido cuando se despierta, me basta con ponérmela al pecho, mama rapidísimo y se vuelve a dormir en la minicuna, y si me descuido cuando me doy cuenta ha pasado media noche y me despierto con ella al lado porque me he quedado dormida mientras le doy el pecho. Vamos, que no dejo de descansar, y estoy más tranquila porque se que se sigue alimentando, a pesar de esas horas del día que pasa sin comer.
Aún así voy a aprovechar esta semana libre para probar qué tal nos va con la cuchara, a ver si así se anima a comer por las mañanas, por lo que me adelantaré un poco a los tiempos (solo un par de semanas) y probaremos la papilla de cereales. Preferiría esperar a los 6 meses pero esta semana con las mañanas libres y tiempo más que de sobra es ideal para que sea yo la que pruebe a darle la cuchara, porque si come conmigo, comerá con cualquiera.
Y por lo demás Antía está para comérsela, super alegre, risueña, espabilada, ya lo agarra-coge-toca-se lleva a la boca todo, se da la vuelta sola y hace deportes de riesgo como intentar salirse de la hamaca, y ya hace por gatear, aunque  aún le falta fuerza en las piernas y hace fuerza clavando la cabeza en el suelo.
Iván está terrible, estamos pasando una racha horrorosa con él y nos tiene bastante desesperados. Sabemos que los 3 años es una edad difícil, que el colegio es un cambio muy grande, que la llegada de un nuevo miembro a la familia es difícil de asumir, y cuando se junta todo eso tenemos a un pequeño rebelde que quiere ser bueno y promete serlo pero no le sale… Y me da mucha pena porque en el fondo se que lo está pasando muy mal, que no debe entender el papel de su hermanita y para él es un bebé que ha venido a robarle a su mamá, por mucho que le diga constantemente cuanto lo quiero y lo colme de besos y abrazos.
Con nosotros está muy rebelde, desobedece deliberadamente, es más, intenta llamar la atención a base de trastadas y desafíos, sabe que lo vamos a castigar y luego se harta de llorar, pedir perdón y decir que va a ser bueno. “Mamá te prometo que no lo voy a hacer nunca más, nunca más en mi vida, quiero ser bueno, por favor, ¿me perdonas?”. Lo dice cada vez que pega a la hermana, cada vez que se hace caca encima (porque se la hace cuando le da la gana), cada vez que nos pega o hace daño a nosotros, cada vez que hace una trastada, y es una situación desesperante. 
Le hablamos, le explicamos por qué no se pueden hacer esas cosas, le decimos que si lo vuelve a hacer tendremos que castigarlo, intentamos hacerle comprender que lo queremos mucho y se tiene que portar bien, pero se ríe de nosotros supongo que buscando nuestra reacción y nos pone al límite.
Es una situación muy muy difícil porque así es inevitable llegar al castigo por mucho que yo no quiera que sea así… Se que tenemos que tener paciencia porque esta mala racha pasará, lo se, pero mientras dura es muy difícil, jamás creí que me viera en esta situación. 
El pobre también nota mi cansancio, afortunadamente con mi cambio de horario no nota mi ausencia, pero sí ve que hay momentos que se los tengo que dedicar a su hermana, y son los que más me reclama. Pero para compensarlo hemos vuelto a colechar, para que no se sienta desplazado, pues yo comprendo que él no entienda por qué Mamá, Papá y la hermanita pueden dormir juntos en una habitación y él tenga que hacerlo solo, si me pongo en su pellejo yo también pensaría que es una situación injusta, así que yo lo duermo, lo acuesto, y sabe que estoy pegadita a él toda la noche. Y ahora que hace mucho fría nos viene muy bien para ahorrar en calefacción, que la luz está muy cara, ¡hay que pensar en todo!.
Esto de no haber podido actualizar el blog en este tiempo hace que tenga muchas cosas pendientes de contar, a ver si estos días puedo ponerme algo al día y hablar del cole, la fiesta de Navidad, el día que subimos al buque vigía de la Armada Española o nuestra primer día de cine… y ahora voy a releer los 5 meses de Iván, que ya no me acuerdo de cómo era mi niño en ese tiempo y viendo a Antía me entra morriña.
Y voy a aprovechar para actualizarme con todas las mamás blogueras, que intento leeros a diario desde el móvil pero no saco tiempo para dejaros unas palabras. ¡Se me acumula la faena!

5 thoughts on “Recargando las pilas

  1. Sesi

    Cielo, que estres llevas encima, con el trabajo y tus dos peques. Y si encima Antía ha decidido que te quiere por las noches para ella, y por el día tienes que lidiar con las trastadas de Iván.

    Tienes razón que es una racha que pasará, pero mientras dura, debe ser muy dificil…. Eso de los celos es un tema complicado…

    Que tengais un feliz año y pronto se normalicen las cosas.

    Un beso :*

    Responder

  2. Jeza Bel

    Guapii…que bien esos 9 diítas para estar con tus peques!!!

    Disfruta mucho de ellos, y paciencia con Iván!!!

    Un besazo y feliz 2012!!

    Responder

  3. iris

    Holaaa ! LLevo como 1 mes siguiendo tu blog y la verdad es que me encantaa! Mi nombre es Iris y vivo en tenerife.
    Espero que no te importe que me haya hecho seguidora, hasta hoy no habia decidido por escribirte pero ya iva siendo hora! Bueno, Felicidades por tan dos bellos angelitos que tienes de hijos y animo que la racha mala del peke seguro pasa Prontito!! Un fuerte abrazo y feliz Año nuevo!

    Responder

  4. Carol

    Admiro como te organizas para trabajar, atender a dos niños y actualizar el blog. Yo con una y sin trabajar (también es verdad que hay días que no paramos por casa) a veces no tengo tiempo para nada más.
    Me parece una idea genial que hayáis vuelto a colechar, eso seguro que ayudará mucho a Ivan. Espero que se pase pronto esa mala racha con el peque, mucho ánimo.
    Me alegro de que tengas ahora unos días para dedicarte a ellos al 100%

    Un besazo

    Responder

  5. Annie74

    Feliz año.. y felices vacaciones¡ Espero que den para hacer todo lo que deseas.
    Jooo, leo la etapa de Ivan y me identifico, porque pitufo ya va haciendo de las suyas tambien.. y nos reta.. increible. No se que hacer para que se porte bien. Luego tiene momentos que es el.. como siempre.. dulce cariñoso, maravilloso.. pero los momentos rebeldes cada dia estan mas presentes ;(

    besos y feliz año nuevo¡

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

15 + nueve =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.