Mi antes y mi después de ser madre

Ser madre es un punto de inflexión irremediablemente, ya que una vez que te conviertes en madre, quieras o no, tu vida cambia. No voy a decir que para bien o para mal, esto último espero que solo se piense en momentos de desesperación, simplemente tu vida pasa a ser diferente, por poderosas razones.

 photo madre-antes-despues_zpsp8cdydxq.jpg

Y es que tener un hijo no es pecata minuta, no solo por las responsabilidades que supone, sino por los sentimientos que te remueve. Ese amor desbordante, que de repente tu bebé sea tu prioridad absoluta, lo más importante del mundo, de tu vida, que todo lo demás pase a un plano secundario, que absorba todo tu tiempo, tus energías.

Puede que la maternidad sea tal y como te esperabas. Quizás durante el embarazo pensabas que la maternidad sería relativamente fácil al escuchar las cuitas de otras madres. Pero con tu bebé en brazos te das cuenta de que las otras madres no exageraban. O incluso dabas por hecho que morirías de amor por tu bebé y no es así.

La maternidad es incierta, es bipolar, es desconcertante.

Escucho muchas veces a otra madres decir cuánto ha cambiado su vida con el resquemor de, a pesar de la felicidad, añorar su pasado de no madre. Como si la maternidad hubiera anulado totalmente a la persona que era, transformándola en una nueva, de manera limitante. También escucho a madres decir que ser madre les ha abierto los ojos a ser una nueva persona que no esperaban, descubriendo capacidades que no creían ni por asomo poseer.

Cada persona somos un mundo y en la maternidad no iba a ser menos, hay tantas experiencias como madres y cada una es única.

La verdad es que yo no anhelo en absoluto mi vida de no madre, de hecho rara es la vez que pienso en ello. Será que mi vida hoy por hoy me mantiene tan entretenida que no me da para ello, pero sinceramente, no hecho nada de menos de mi vida anterior. No era una vida apasionante, no tenía un trabajo maravilloso, ni viajaba por el mundo, ni me iba de compras sin mirar la Visa, ni me tomaba cócteles con mis amigas.

En realidad trabajaba mucho, tenía poco tiempo libre, no salía apenas porque fuera de mi trabajo normal tenía mi extra con la orquesta, por lo que el tiempo que me quedaba era para descansar, o para adecentar mi casa cuando podía. Tampoco es que viajara más que ahora y la mayoría de ropa y complementos que me compraba cuando tenía un sueldo medio decente eran tirar dinero porque realmente no tenía tiempo de usarlo.

No voy a decir que mi vida de ahora sea mejor, porque no es que sea así. Simplemente es diferente, aunque por supuesto, de elegir entre ambas, me quedo con el ahora y no con el antes. Ser madre, crear mi familia, ha dado sentido a mi vida, y eso es innegable.

Ser madre sí me ha hecho valorar esas pequeñas cosas que quizás antes no apreciaba. Poder comer, cenar o tomar un café con mis amigas, el ratito de irme a la peluquería, permitirme un capricho de vez en cuando, dedicarme tiempo en exclusiva. Quizás antes desperdiciaba más el poco tiempo libre que tenía y ahora que el 99% de mi tiempo lo ocupan mis hijos, exprimo al máximo ese 1% y hasta tomarme un café sola en una cafetería es un auténtico placer.

Intento disfrutar mi vida a todos los niveles, con mis hijos y sin ellos. Sin duda mis mejores momentos son siempre los que vivo con mis hijos. Pero los ratitos que me escapo con mis amigas, ese viajecito exprés que hago sola, los eurillos que escamoteo para una barra de labios o una blusa nueva, en fin, esos pequeños ratos que saco para mi, son un soplo de aire fresco. Me permiten hacer un impass en la locura de la maternidad y los valoro como si fueran un verdadero tesoro.

He tenido que reestructurar mi vida, claro, y nada tiene que ver la mujer que soy hoy con la que era antes de la maternidad, pero ser madre no me ha hecho renunciar a ser yo.

Sí ha habido cosas que han cambiado, como no. Antes de ser madre por ejemplo hacía mucha vida con nuestra pandilla de amigos, pandilla que hoy en día es inexistente. La ma/paternidad y las circunstancias de cada familia, en lugar de unirnos, nos ha separado, tanto que hablábamos de lo bonito que iba a ser ver crecer juntos a nuestros hijos. Quién me lo iba a decir, es triste y la verdad es que siento que sea así. Pero supongo que hay cosas en la vida que no se deciden, simplemente derivan así, por los motivos que sean.

Lo que sí tengo claro es que me doy mucho más valor a mi misma desde que soy madre, porque la maternidad me ha hecho descubrir cosas de mi que ni por asomo hubiera imaginado en la vida, y eso me hace sentirme muy orgullosa de mi misma. Si bien no considero que mi maternidad haya sido difícil, sí es cierto que en estos ocho años he hecho y logrado cosas que jamás hubiera esperado de mi. La maternidad me ha enseñado mucho sobre mis hijos, sobre la vida, pero sobre todo sobre mi.

Lo que tengo meridianamente claro es que no me cambio por mi yo hace 10 años, ni de broma. Como se suele decir, para atrás ni para coger carrerilla. En estos años de maternidad he ganado cosas, he perdido otras, la vida y las circunstancias no me lo han puesto fácil y probablemente las mayores dificultades de mi vida las sufrido siendo madre -aunque no por ser madre, por supuesto-. Pero sin duda lo que he ganado supera con creces lo que he perdido, lo que ha salido bien es infinitamente más grande que lo que ha salido mal.

La verdad es que la maternidad me ha dado la mayor felicidad y la mayor de las locuras. Me desequilibra lo mismo que me hace fuerte. Me lleva al límite, de un extremo a otro. No hay nada en mi vida que me haya generado unos sentimientos más intensos, chocantes, absorbentes, desquiciantes, desbordantes, a todos los niveles.

¿Pero sabes? Bendita maternidad, y prefiero que mis hijos me desquicien a un hogar vacío.







11 thoughts on “Mi antes y mi después de ser madre

  1. Mo

    Yo lo vivo de una forma parecida a ti. No lo cambio por nada, pero paladeo como caviar ruso los momentos que encuentro solo para mí. 🙂
    Besotes!

    Responder

    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Esos momentos, escasos, breves pero son pura delicia. Un besote, me encanta tenerte por aquí 😉

      Responder

  2. helenriberas

    Yo también no lo cambio por nada, pero si que echo la vista atrás algunas veces y digo, jo que tiempos aquellos que me podía ir de fiesta tranquila sin pedir permiso ni opinión a nadie, Ahora no valgo para irme, no me quiero separar de Enma,,o simplemente un día, decir no quiero levantarme, un ratito más, ahora no se puede. Ella manda en los horarios. En fin, supongo que como tu dices, hay que disfrutar de las pequeñas cosas que hacemos solas, y no mirar atrás.

    Responder

    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Yo suelo pensar que para atrás, ni para coger carrerilla jajaja. Muchas gracias por comentar 😉

      Responder

  3. Beatriz Mami

    Hace un par de post hablaba sobre los cambios en mi vida desde que soy madre. Yo tampoco lo cambio por nada. Bonito post. Un beso desde

    https://yentoncesmeconvertienmama.wordpress.com/

    Responder

    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Gracias, lo leeré 😉

      Responder

  4. diasde48horas.com

    Coincido contigo en que no cambio mi vida de ahora por nada del mundo. Puedo andar agobiadísima, sin tiempo, sin un minuto para mí… pero desde luego tengo claro que mis hijos son lo mejor que me ha pasado en la vida y no me imagino para nada mi vida sin ellos.
    Ahora bien, últimamente sueño con ir un día al cine a ver una película no infantil jejeje

    Responder

    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Como se suele decir, bendito caos, bendita locura. Yo voy al cine aunque sea sola, es un placer bien barato 😉 Un besote

      Responder

  5. Anonimo

    Yo tampoco cambio la maternidad(que loco estado eh) nos convertimos en seres bipolares como poco, saboreamos los días buenos, los pequeños momentos tan importantes y tan sencillos a la vez, vemos la zona mas gris de la maternidad y volvemos a levantarnos. Nos muestra sin anestesia y sin florituras cómo somos, saca a flote nuestras debilidades y te enfrenta a ellas sin piedad, pero descubrimos que somos capaces de superar lo que sea.La maternidad no es algo para ser perfecto, es lo más grande que podemos vivir y aprender de ello.
    Mi vida está patas arriba desde aue soy madre y para una persona perfeccionista y que planificaba tooodo eso es mucho cambio. Me ha costado y algún día siento tocar fondo pero luego veo esta familia que hemos formado y sabes que, pues que no creo que pudiese tener a nadie mejor en mi vida aunque estemos medio majaras.(o del todo 😉 )

    Responder

    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Sí, yo creo que la recomenpensa de ver tu familia formada, completa, lo equilibra todo, ¿verdad?. Muchas gracias por comentar 😉

      Responder

  6. Anonimo

    Yo tampoco cambio la maternidad(que loco estado eh) nos convertimos en seres bipolares como poco, saboreamos los días buenos, los pequeños momentos tan importantes y tan sencillos a la vez, vemos la zona mas gris de la maternidad y volvemos a levantarnos. Nos muestra sin anestesia y sin florituras cómo somos, saca a flote nuestras debilidades y te enfrenta a ellas sin piedad, pero descubrimos que somos capaces de superar lo que sea.La maternidad no es algo para ser perfecto, es lo más grande que podemos vivir y aprender de ello.
    Mi vida está patas arriba desde aue soy madre y para una persona perfeccionista y que planificaba tooodo eso es mucho cambio. Me ha costado y algún día siento tocar fondo pero luego veo esta familia que hemos formado y sabes que, pues que no creo que pudiese tener a nadie mejor en mi vida aunque estemos medio majaras.(o del todo 😉 )

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

3 + cinco =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.